El Poder de la Confrontación

Escrito el 11/04/2024
holalexdesarrolla


9Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.  Genesis 3:9-12

 

Confrontación: Exhortación, Amonestación, reprensión, restauración y liberación.

 

Como debemos confrontar a una persona. Mateo 18:15-17

15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.

  1. En Privado.    2. Con testigos.  3. Dilo a la congregación.

Cual debe ser nuestra actitud al momento de confrontar. Gálatas  6:1-2

1Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.

Con una actitud espiritual, no legalista ni religiosa, sino mostrando el amor que Cristo mostró por nosotros, restaurando con espiritu de mansedumbre

Que debemos mostrar cuando confrontamos a alguien.

14 Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros.  Romanos 15:14

  1. Que tenemos bondad 2. Que estamos llenos de conocimiento de la palabra de Dios, no de conocimiento de letra sin aplicar el amor.

Pongámonos en el lugar del agresor. 2. Samuel 12:7-9, 13, 20

Usted alguna vez se ha puesto en el lugar de David? Lo que sintió David mientras era confrontado, y aunque fue confrontado con sabiduría, no me imagino como actuó el sistema nervioso de este hombre que sintió como el peso de confrontación caía sobre el.

Casi siempre se condena, se enjuicia y se manda al infierno a alguien que ha cometido una falta que ofende a Dios, la iglesia, la familia o al matrimonio, pero si nos pusiéramos en el lugar del sentenciado, y creo que con la mansedumbre que le hablo el Profeta nos manda a nosotros un mensaje de ser misericordiosos, por que no podemos tirar la piedra a matar, no sea que mañana nos encontremos en la condición de aquel que un día nos gozamos en mandarlo al infierno, ojo mañana te pueden enviar a ti al infierno, sembremos misericordia para cosechar misericordia, mejor restauremos.

Confrontemos con amor, sabiduría y misericordia. Juan 4:16-18

Jesus confronta a la mujer samaritana del pecado en ella, pero lo hace contenta misericordia, que esta mujer es transformada, por el derroche de amor que sintió de parte de Jesus hacia a ella.

Miremos que produjo esa confrontación a esa mujer  Juan 4:39-42

19 Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él; 20 pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.  1. Juan 3:19-20                                                                                                                   

Que poderoso es que nuestro corazón nos reprenda y aun que seamos sensibles a la reprensión del Espíritu Santo.

no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.               Hebreos 10:25

 

 

 

No dejando, podría traducirse más enfáticamente como no abandonando, o incluso algunos lo hacen como no desertando de las reuniones eclesiales. Ese mismo verbo lo utiliza el apóstol Pablo para referirse a quienes le habían abandonado cuando era juzgado y lo habían dejado solo (2 Ti. 4:10, 16). El verbo en el griego aparece en participio de presente, lo que expresa algo que se hacía costumbre. No se trata de una ausencia ocasional a la reunión, sino de la costumbre de faltar a ella. Se trata, pues, de un alejamiento continuo. El mismo verbo ocurre en otros lugares con ese significado (cf. Mt. 27:46; Mr. 15:34; 2 Ti. 4:10, 16).

 

 

como algunos tienen costumbre. Es evidente que había un problema espiritual que afectaba a algunos. No se dice si eran muchos o pocos, pero evidencia una fe vacilante en quienes abandonaban las reuniones. No se dice con cuanta periodicidad se celebraban las reuniones. Se sabe que en Jerusalén, en la primera etapa del establecimiento de la iglesia cristiana se hacían diariamente, concurriendo al templo, con toda seguridad al atrio, para la celebración de las reuniones (Hch. 2:46). En otros lugares, como ocurría en Troas, se congregaban el domingo, en cuya reunión se cumplía la ordenanza del Partimiento del Pan (Hch. 20:7). No tiene tanta importancia la periodicidad de las reuniones, como el hecho que se hizo costumbre en algunos de no asistir a ellas.